
Sin embargo, uno de los grandes progresos de la ciencia lleva años soportando las críticas absurdas de grupos de presión que piensan que las vacunas son algo peligroso para la Humanidad. Sujetos a los que la ciencia les importa muy poco y que acuden a los programas de televisión más chabacanos denunciando, sin datos de calado, que la inmunización de las enfermedades infecciosas es algo peligroso. Aluden a alguna que otra anécdota relacionada con supuestos efectos secundarios de la vacunación y logran sembrar las dudas entre los ciudadanos. La consecuencia es que en algunos países repunta el sarampión o la difteria como consecuencia de la negativa de muchos progenitores a vacunar a sus hijos.
La falta de cultura sanitaria entre la población, unida a la mala información que aportan muchas veces los propios proveedores, es lo que está haciendo, por ejemplo, que la primera vacuna que existe contra un tipo de cáncer no esté logrando las cotas de aceptación que tendría que tener en muchos países del mundo. Entre ellos en EEUU. Un informe reciente de los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta, los conocidos CDC, denunciaba que el 50% de las candidatas estadounidenses a la vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH) no se había inmunizado aún.

Aún así, el índice de aceptación de la vacuna del VPH es pobre muchas veces. Hay padres que hacen oídos sordos a la oferta y hay, incluso, médicos y enfermeras que contribuyen poco a sensibilizar a la ciudadanía de un avance de esta categoría. ¿Por qué?
Los estudios científicos en los que se cuestionan las razones que justifican una adherencia floja a la vacunación del VPH concluyen casi todos en lo mismo. Falta de información rigurosa y fiable a médicos, enfermeras, maestros y población general. Información avalada por organismos serios en los que no se aprecie el marketing excesivo con el que las farmacéuticas suele acompañar a los productos que ponen en el mercado. Los expertos opinan que hay que dedicar un porcentaje del total de presupuesto de una campaña vacunal al concepto IEC. Es decir: información, educación y comunicación. Si no se contempla con seriedad ese aspecto, la eficacia de la vacunación será mucho más baja de lo que sería deseable. Hasta cierto punto, una tragedia evitable.F:ElMundo.es
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