
La complejidad de la enfermedad de la hepatitis radica en la existencia de diferentes tipos de virus. Hepatitis A y E son las infecciones transmitidas por los alimentos y por el agua, que causan millones de casos de enfermedad aguda cada año, a veces con varios meses necesarios para que una persona recupere completamente.
Por otro lado, la hepatitis B, C y D se transmiten por los fluidos corporales infectados como la sangre, por contacto sexual, de madre a hijo durante el parto, o equipos médicos contaminados. La hepatitis B y C tienen una mayor carga de salud en términos de muerte, ya que pueden causar una infección de por vida (llamada infección crónica), que puede conducir a la cirrosis hepática y el cáncer. De hecho, la hepatitis crónica es la causa principal de cirrosis hepática y cáncer.
Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, celebrado el 28 de Julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los gobiernos que tomen medidas para controlar los cinco virus que desarrolla la hepatitis, una enfermedad que provoca infecciones graves en el hígado y causa 1,4 millones de muertes cada año.
Pero también contribuye a la carga de las enfermedades crónicas. A nivel mundial, las infecciones por hepatitis B y C causan el 57 por ciento de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de primaria cáncer de hígado. Este año, el reclamo a los Gobierno viene sustentado en un informe, el primero de la organización, que muestra el mapa mundial de la enfermedad ya que analiza los datos de 126 países, en los que se han identificado los logros, así como las lagunas a nivel nacional en la aplicación de las áreas prioritarias para el control de la enfermedad.
Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, celebrado el 28 de Julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los gobiernos que tomen medidas para controlar los cinco virus que desarrolla la hepatitis, una enfermedad que provoca infecciones graves en el hígado y causa 1,4 millones de muertes cada año.
Pero también contribuye a la carga de las enfermedades crónicas. A nivel mundial, las infecciones por hepatitis B y C causan el 57 por ciento de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de primaria cáncer de hígado. Este año, el reclamo a los Gobierno viene sustentado en un informe, el primero de la organización, que muestra el mapa mundial de la enfermedad ya que analiza los datos de 126 países, en los que se han identificado los logros, así como las lagunas a nivel nacional en la aplicación de las áreas prioritarias para el control de la enfermedad.
Tratamiento
Los resultados del citado documento muestran que el 37 por ciento de los países tienen estrategias nacionales para la hepatitis viral, pero incide en que se necesita más trabajo en el tratamiento de lahepatitis; también pone de relieve que, si bien la mayoría de los países (82%) han establecido programas de vigilancia de la hepatitis, sólo la mitad de ellos incluye el seguimiento de la hepatitis B y C crónicas, que son responsables de enfermedades y muertes más severas.
Los resultados del citado documento muestran que el 37 por ciento de los países tienen estrategias nacionales para la hepatitis viral, pero incide en que se necesita más trabajo en el tratamiento de lahepatitis; también pone de relieve que, si bien la mayoría de los países (82%) han establecido programas de vigilancia de la hepatitis, sólo la mitad de ellos incluye el seguimiento de la hepatitis B y C crónicas, que son responsables de enfermedades y muertes más severas.
«Muchas de las medidas necesarias para evitar la propagación de la enfermedad de la hepatitis viral se pueden poner en marcha en este momento, y al hacerlo se compensarán los altos costes económicos del tratamiento y hospitalización de los pacientes en el futuro», explica Sylvie Briand, director Pandemias y Epidemias de la OMS.Estrategia nacional
Cuarenta y siete Estados Miembros de la OMS, entre las que no se encuentra España, afirmaron tener una estrategia o plan nacional escrito que se centra exclusiva o principalmente en la prevención y control de enfermedades virales la hepatitis. Dieciocho de los 47 Estados miembros con una estrategia o plan de informó que se centra exclusivamente en la hepatitis viral, y 20 informó que se dirige a otras enfermedades también. Cinco países informaron que la estrategia o plan aborda sólo la hepatitis B y uno informó de que se refiere únicamente a la hepatitis C. Tres países informaron que la estrategia o plan aborda la hepatitis B y la hepatitis C. Asimismo, 37 países respondieron (28,6%) que tenían una unidad o departamento gubernamental responsable únicamente por la hepatitis viral relacionadas con las actividades.
España sin estrategia
España ha informado a la OMS que no existe una estrategia nacional o un plan que se centre exclusivamente o principalmente en la prevención y control de enfermedades virales la hepatitis; por lo tanto, no hay forma de designar una unidad encargado exclusivamente de coordinar o la realización de actividades relacionadas con la hepatitis viral.
Sí existe un programa de prevención y control de la hepatitis viral que incluye actividades dirigidas a los trabajadores de la salud, usuarios de drogas inyectables y personas que conviven con el VIH. Sin embargo, destaca que en España el Gobierno no financia campañas de sensibilización contra la hepatitis viral desde enero de 2011; asimismo denuncia que el no colabora con grupos asociativos para desarrollar y poner en práctica su hepatitis viral programa de prevención y control.
En cuanto a la vigilancia, sí se observan una rutina para los tipos de hepatitis aguda: A, B y C, pero no para cualquier tipo de crónica la hepatitis; asimismo también publica informes anuales de la hepatitis; y, destaca, la vacunación nacional de la hepatitis A. En cuanto a las pruebas de hepatitis, resalta que no existe consenso nacional en cuanto a las pruebas relativas a la detección y derivación en hepatitis B y la hepatitis C; aunque sí se realizan pruebas gratuitas para la población y obligatorias para los donantes de sangre donantes.
Y, en relación al gasto, destaca que la sanidad al ser pública esta disponible para todos los asegurados; en cifras se estima que España gasta en tratamiento unos 13.329 euros por paciente con hepatitis B al año y 39.940 euros para la hepatitis C por paciente y año.
El futuro
El futuro
Los retos que plantea la hepatitis fueron reconocidos oficialmente por la Asamblea Mundial de la Salud en 2010, cuando adoptó su primera resolución sobre la hepatitis viral, y pidieron un enfoque integral para la prevención y el control. Esto ha promovido una nueva era de conciencia con mayor número de gobiernos que trabajan activamente para hacer frente a la enfermedad.
La OMS está elaborando nueva detección de la hepatitis C, la atención y las pautas de tratamiento, que proporcionará recomendaciones sobre siete áreas clave, tales como el ensayo de enfoques, intervenciones conductuales (reducción del alcohol), la evaluación no invasiva de la fibrosis hepática, y la selección de combinaciones de fármacos contra la hepatitis C .
«Los nuevos medicamentos más eficaces para prevenir la progresión de la hepatitis crónica B y C están a punto de ser lanzados. Sin embargo, serán caros y el tratamiento requerirá una vigilancia con sofisticadas pruebas de laboratorio. Para curar y reducir la propagación de estos virus, los medicamentos deben ser más accesible», afirma Stefan Wiktor, del equipo de la OMS Programa Global Hepatitis.
«Los nuevos medicamentos más eficaces para prevenir la progresión de la hepatitis crónica B y C están a punto de ser lanzados. Sin embargo, serán caros y el tratamiento requerirá una vigilancia con sofisticadas pruebas de laboratorio. Para curar y reducir la propagación de estos virus, los medicamentos deben ser más accesible», afirma Stefan Wiktor, del equipo de la OMS Programa Global Hepatitis.
En este sentido, durante la VII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH (IAS 2013), que se celebró a principios de julio en Kuala Lumpur (Malasia), se denunció que, aunque en un futuro podrá ser posible curar la hepatitis C con una terapia combinada de dos antivirales de acción directa y ribavirina administrada durante 12 semanas, con un coste de entre 100 y 200 dólares, todavía hay que esperar a que expiren las patentes de los medicamentos de marca y se fabriquen los correspondientes medicamentos genéricos.
Los expertos señalaron que una de las principales barreras que dificultan el acceso al tratamiento de la hepatitis C es su coste elevado. Por ejemplo, el precio actual en España de la terapia triple basada en interferón pegilado, ribavirina y uno de los dos primeros inhibidores de la proteasa del virus de la hepatitis C (VHC) administrada durante 48 semanas oscila entre unos 35.000 euros para un régimen que contenga telaprevir (Incivo®) y unos 42.000 euros para uno que incluya boceprevir (Victrelis®).
Los expertos señalaron que una de las principales barreras que dificultan el acceso al tratamiento de la hepatitis C es su coste elevado. Por ejemplo, el precio actual en España de la terapia triple basada en interferón pegilado, ribavirina y uno de los dos primeros inhibidores de la proteasa del virus de la hepatitis C (VHC) administrada durante 48 semanas oscila entre unos 35.000 euros para un régimen que contenga telaprevir (Incivo®) y unos 42.000 euros para uno que incluya boceprevir (Victrelis®).
Como consecuencia del coste elevado, es muy probable que los importantes avances y mejoras que están teniendo lugar en el campo del tratamiento de la hepatitis C queden lejos del alcance de muchos pacientes. En la India, por ejemplo, se calcula que alrededor de 18 millones de personas tienen hepatitis C, y en Indonesia, nueve millones de personas podrían estar afectadas. Con los precios actuales difícilmente los pacientes de ambos países van a poder beneficiarse de un tratamiento curativo.
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