
El 52 por ciento de los entrevistados en el sondeo dijeron pensar que la droga debería legalizarse mientras que el 45 por ciento opinaron lo contrario.
Tal proporción representa un cambio del 11 por ciento a favor de la marihuana respecto a cómo pensaban los estadounidenses hace sólo tres años, en 2010.

La encuesta también revela que son más los estadounidenses que se franquean y dicen haber fumado alguna vez marihuana (48 por ciento), mayor cantidad que en 2003 (38 por ciento) y que en 2010 (40 por ciento).
En proporción superior a siete de cada 10 los encuestados opinaron que los esfuerzos por prohibir la marihuana cuestan más de lo que la droga vale.

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