Los productos de higiene y cuidado personal, como los desodorantes y antitranspirantes, son tan cotidianos que pocas veces reparamos en las sustancias que contienen. ¿Has leído alguna vez la etiqueta de ingredientes en el envase? En esta nota te contamos cuáles son y si su uso diario podría comprometer tu bienestar.


Los productos de higiene y cuidado personal, como los desodorantes y antitranspirantes, son tan cotidianos que pocas veces reparamos en las sustancias que contienen. ¿Has leído alguna vez la etiqueta de ingredientes en el envase? En esta nota te contamos cuáles son y si su uso diario podría comprometer tu bienesta
¿Mito o realidad? Artículos de prensa e investigaciones han relacionado a estos productos con cáncer de mama, entre otras enfermedades. El debate en la comunidad científica sigue en pie. ¿Hasta qué punto los desodorantes representan un peligro para las mujeres?
l componente que desató la controversia. El aluminio es uno de los ingredientes activos de los desodorantes y antitranspirantes. Su función es bloquear los conductos del sudor. Algunos estudios sugieren que podría generar efectos similares a los del estrógeno, el cual potencia el crecimiento de células de cáncer de mama; por esta razón, hay quienes afirman que el aluminio podría aumentar el riesgo de desarrollar dicho padecimiento. ¿Qué hay de cierto en esto?
Desodorantes: ¿podrían causar cáncer de mama? Las investigaciones del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. no arrojaron resultados concluyentes con respecto a la relación entre los desodorantes y antitranspirantes y el cáncer de mama. Todavía no se sabe si estos componentes podrían modificar el ADN de las células o alterar las células del seno. Sin embargo, vale más estar atentos a ingredientes tóxicos que pudieran ser perjudiciales para la salud. Sigue leyendo para conocerlos.
El aluminio es una neurotoxina. Si bien el Instituto Nacional del Cáncer sostiene que todavía no hay una investigación concluyente que relacione a los desodorantes o antitranspirantes con el cáncer de mama, MedlinePlus, portal de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU., señala que las sales de aluminio que contienen, son un elemento tóxico. Por esa razón, conviene buscar versiones libres de esta sustancia. Ya hay algunas disponibles en el mercado.


Ftalatos. Son compuestos químicos presentes en las fórmulas de la mayoría de los desodorantes y antitranspirantes. Se emplean como plastificantes, no solo en productos cosméticos, sino también en pinturas, juguetes de niños y pesticidas. Según la FDA, todavía no está claro el efecto que podría tener en la salud la exposición a los mismos, aunque su uso sigue generando controversia.
Propilenglicol. Se trata de una sustancia orgánica, un alcohol incoloro. Su empleo en las fórmulas cosméticas es con el fin de conservar secos los ingredientes. Todavía no se ha demostrado que este componente pueda ser peligroso, pero es importante saber que se trata de una neurotoxina que podría provocar irritaciones en la piel, según lo declara la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de EE.UU.
Parabenos.La bióloga molecular Philippa Darbre, de la Universidad de Reading, afirma que el tipo de ésteres de parabenos encontrado en los tumores de mama indica que proceden de su aplicación a través de la piel, por el uso de desodorantes, cremas o sprays en la axila.4 Algunos parabenos se encuentran en plantas; por ejemplo, el metilparabeno se halla en el arándano,5 6 7 donde actúa como agente antimicrobiano. Sin embargo, cuando los parabenos se ingieren son metabolizados haciéndoles perder su grupo éster, de forma que su actividad xenoestrogénica disminuye.4 El metilparabeno es más eficaz contra mohos, mientras que el propilparabeno lo es contra las levaduras.8
Triclosan.Existen algunas dudas sobre los posibles efectos negativos del triclosán sobre la salud humana y animal.
El estudio de Veldhoen concluye que bajas dosis de triclosán actuaban como disruptores endocrinos en una especie de rana.13 El hallazgo hace sospechar que pueda tener el mismo efecto en los seres humanos. No obstante, estos autores publicaron con posterioridad otro artículo en la misma revista matizando las afirmaciones vertidas en el primero.16
En otro estudio publicado por la revista Environmental Health Perspectives, Isaac Pessah, director del Children's Center for Environmental Health de la Universidad de California Davis, observó in vitro el efecto del triclosán sobre el cerebro. Halló que podía incrementar los niveles de calcio dentro de las neuronas y con ello, teóricamente, afectar el desarrollo mental. No obstante el propio Dr. Pessah indica, en las conclusiones del estudio, la necesidad de realizar estudios in vivo para confirmar los hallazgos.17
Las investigaciones deben continuar.Los estudios han arrojado resultados polémicos, sin embargo, todavía no hay pruebas suficientes para que las agencias u organismos gubernamentales prohíban ciertos productos. Con todo, la revisión científica sobre este controversial tema se ha vuelto indispensable. Fuentes: Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU (cancer.gov), Administración de Drogas y Alimentos (fda.gov), Consejo Americano para la Ciencia y la Salud (acsh.org), Women's Health (womenshealth.gov), y Healthy Women (healthywomen.org).