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sábado, 13 de julio de 2013

Utilizan VIH en terapias y curan a seis menores

Madrid— La terapia génica —infectar a un paciente con el gen correcto que le falta— siempre ha parecido la gran esperanza, si no la única, para los niños que nacen con crueles enfermedades hereditarias. Pero tras más de 20 años de intentos ha resultado patente que la idea sonaba mucho más fácil sobre el papel que en la práctica médica: la técnica solo puede exhibir un puñado de éxitos muy relativos, y para colmo los vectores (retrovirus) más útiles para introducir el gen sano han producido por sí mismos algunos casos de leucemia. Científicos italianos presentaron ayer dos ensayos clínicos, con seis niños en total, que prometen dar un vuelco a esa situación desalentadora. La clave de su éxito parece estar en haber cambiado los retrovirus convencionales por el VIH, el agente del sida, que pertenece a la familia de los lentivirus.


Uno de los ensayos ha sido con tres niños con leucodistrofia metacromática, causada por mutaciones del gen ARSA. Dos años después de la terapia génica parece que la progresión de la enfermedad se ha detenido. El segundo ensayo con otros tres niños con síndrome de Wiskott-Aldrich, causado por mutaciones en el gen WAS. Los síntomas se han reducido o han desaparecido de 20 a 32 meses tras el tratamiento.

En ambos casos, los científicos del Instituto San Raffaele Telethon, en Milán, extraen células madre hematopoyéticas (las precursoras de las células de la sangre) de la médula ósea y las infectan con unos lentivirus VIH modificados que llevan el gen correcto que les falta a los niños; luego vuelven a meterles las células, como en un trasplante de médula convencional. En realidad, suele bastar con inyectar el material en vena y dejar que las células aniden en el lugar al que pertenecen, la médula ósea, desde donde empiezan a dividirse, diferenciarse y repoblar la sangre con los linfocitos corregidos.

Los dos trabajos presentados ayer en la revista Science se pueden leer como una verificación de una idea rompedora que el director del instituto de Milán, Luigi Naldini, concibió en 1996; “un rasgo de genio”, según sus colaboradores: utilizar a uno de los mayores matarifes conocidos, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o agente del sida- para hacerle pagar su deuda con la historia obligándole a salvar vidas. El paradójico vector elegido por Naldini parece haber dado en la diana.

En la jerga genética, un vector es el vehículo que usan los científicos para introducir un gen extraño, por lo general manipulado en el laboratorio, en las células humanas. Casi todos son virus humanos modificados, puesto que los virus ya son de por sí un sistema para introducir genes -los genes virales- en las células humanas. Los investigadores engañan al virus metiéndole entre su genoma el gen humano correcto y después le dejan hacer su trabajo. Como se trata de curar una enfermedad hereditaria, el objetivo es infectar el mayor número de células humanas posibles, y nada iguala la eficacia de un virus en esa tarea.




La chispa capaz de reactivarlo llega ahora de Italia y de un virus, el VIH, que tiene mucha relación con los mencionados retrovirus, pero pertenece a la familia especial de los lentivirus y parece esquivar todas sus trabas. “El virus del sida puede usarse para tratar al menos dos graves enfermedades hereditarias”, dice Naldini, “y seis niños de diferentes países, después de tres años de tratamiento, están bien y muestran mejoras significativas”.F:ElDiario.mx

martes, 28 de mayo de 2013

Video-"Humano virtual" podría revolucionar terapias

Ellie es de Los Ángeles, donde fue creada, pero vive en una pantalla de computadora en un laboratorio dela Universidad de California (USC). No es una mujer real, sinovirtual, creada para conversar con personas con problemas emocionales y para valorarlos de una forma que un humano no podría. Sus creadores, por su parte, creen que sus habilidades revolucionaran la manera en la que el cuidado de la salud mental es practicado.


La convivencia con personajes virtuales en nuestra vida diaria aumenta cada día. Sin embargo, la interacción con ellos no deja de ser más que una mera relación diplomática en la que se da por sentado que el programa frente a nosotros no es más que un ser virtual programado. No obstante, científicos estadounidenses están utilizando este tipo detecnología para charlar con la gente y, en determinado caso, fungir como terapista.

El proyecto de donde surgió Ellie inició hace casi dos años en el Instituto de Tecnologías Creativas de la USC, en donde el psicólogo Albert "Skip" Rizzo y el experto en ciencias computacionales, Louis-Philippe Morency comenzaron a desarrollar cada elemento de interacción y presentación de Ellie con algunos pacientes, publicó NPR.

De esta manera, experimentando con un rango de personalidades variadas, vestimenta y modulaciones vocales. "Se pensó en todo", explica Morency. Por ejemplo, cuando los pacientes hablan, Ellie los insta a que continúen con una respuesta monosilábica de la misma manera en la que las personas reales lo hacen. -->


El instituto de tecnologías creativas de la USC no es nuevo en estos asuntos de personalidades virtuales. En su sitio web se lee claramente una invitación para conocer a sus "humanos virtuales", entre los que figuran un entrenador, una guía de museo, un profesor o un psiquiatra.

La idea de este departamento es involucrar diseñadores de avatares tipo personajes de películas o juegos de video con expertos en distintas áreas así como científicos sociales especializados en la interacción. De esta manera, se trata de desarrollar un medio capaz de utilizarse en el entrenamiento militar, terapias de salud o educación científica.

Uno de los problemas a superar en este proyecto es el llamado "Valle Inquietante", un fenómeno descrito en los años 70 por Masahiro Mori. El robotista japonés establece que las representaciones humanas (robots, imágenes, avatares…) resultan más familiares e identificables cuanto más se parecen a las personas, hasta que llegan a un punto en el que se vuelven repulsivas, extrañas o inquietantes debido a la extrema similitud.

Sin embargo, dado que en el caso de este proyecto se recogen todo tipo de reacciones por parte de los pacientes, estas también podrían dar una pista sobre el rumbo que deberían tomar diseños similares.

En el caso de Ellie, mediante una cámara de video que recoge las expresiones faciales del paciente, un sensor de movimientos y un micrófono para interpretar las inflexiones de su voz, se establecen los cambios de humor y el estado de ánimo de las personas.

Ellie no requiere de ninguna inteligencia ni entender el lenguaje. Sólo necesita analizar los actos de las personas y seguir un sencillo protocolo de actuación. Dado que está en la nube, puede aprender de todos los humanos con los que interacciona. No obstante, si elprograma llega a desarrollar capacidades analíticas, representará un gran avance.

Si el paciente sonríe o está serio, si mira a la cámara o baja la vista, Ellie guía la conversación ayudada por unas simples aprobaciones vocales y un repertorio sencillo de preguntas mediante las cuales va guiando a las personas a través de una variedad de temas, desde los más triviales hasta los más incómodos.F:LaOpinion


miércoles, 1 de mayo de 2013

Terapias contra el cáncer


Los ensayos clínicos de nuevos medicamentos contra el cáncer a menudo incluyen un pequeño número de pacientes en comparación con otras enfermedades y por lo tanto son menos fiables, indicó un estudio divulgado en internet por la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA).


Además, estos ensayos clínicos se centran en una sola terapia sin comparación con otros tratamientos, como es el caso de otras enfermedades, indicó la investigación difundida el lunes en la versión online del “Journal of Internal Medicine”, una publicación de la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por su sigla en inglés).

Estas limitaciones plantean interrogantes acerca de la eficacia en la práctica de las terapias contra el cáncer, según los autores, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke en Carolina del Norte (sureste), que analizaron casi 9.000 pruebas clínicas.

Todos estos estudios clínicos habían sido registrados en el sitio web oficial del gobierno estadounidense “ClinicalTrials.gov” entre 2007 y 2010.


Este análisis se llevó a cabo en el marco de una asociación público-privada llamada “Iniciativa de Transformación de Ensayos Clínicos”, financiada por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) y la Universidad de Duke para fomentar la mejora de la investigación clínica del cáncer.

“Necesitamos entender mejor las fortalezas y debilidades de los estudios clínicos sobre el cáncer”, dijo Bradford Hirsch, profesor asistente de medicina en la Universidad de Duke, autor principal del estudio.

“Una de las principales razones por las que los ensayos clínicos sobre el cáncer son diferentes es que esta enfermedad es muy grave y por mucho tiempo hubo poco o ningún tratamiento para combatirla”, agregó.

Esta tendencia a realizar pruebas clínicas pequeñas, rápidas y focalizadas en un solo tratamiento, coincide con la aprobación acelerada de medicamentos experimentales adoptados desde 1982 por la FDA. 

Este proceso busca facilitar y acelerar el acceso a estas terapias de pacientes con enfermedades graves como el cáncer, cuya vida está amenazada.

“Es difícil reconciliar el deseo de desarrollar rápidamente nuevos tratamientos para salvar o prolongar la vida y la necesidad de producir los datos clínicos necesarios para tomar decisiones informadas”, dijo Hirsch.

“Desafortunadamente, muchos pequeños ensayos clínicos en oncología carecen de rigor y limitan la capacidad de evaluar adecuadamente estos tratamientos”, se lamentó.


Fuente
EU

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